Se acerca un nuevo 16 de octubre y con ello la celebración del día del profesor. Y es común que en cada establecimiento educativo del país se realicen convivencias, almuerzos, cenas, actos donde todo discurso apunta a la imprescindible labor de los y las docentes en la formación de cada persona, en el desarrollo del país y en su invaluable aporte a la construcción de una sociedad más justa. Así hoy se genera un ambiente de armonía y satisfacción entre las y los docentes, donde por un día desaparece el cerro de pruebas a corregir, las planificaciones pendientes a utp, las notas faltantes de los estudiantes fantasmas y el poco tiempo de descanso. Pero pareciera que la memoria y la conciencia no participan de la celebración, perfumando el agobio laboral y la precariedad económica, con una rosa envuelta en papel celofán.
Es por eso que hoy queremos desearles a todos y todas ustedes, un feliz día, donde festejemos con conciencia y memoria, manteniendo presente las luchas que los profesores han llevado adelante desde hace casi un siglo, y que aún hoy se ven manifestadas en movilizaciones que les llevan incluso -como lo presenciamos el semestre pasado- a marchar hasta el congreso nacional para exigir el cumplimientos de sus demandas.
Porque aún queda mucho por solucionar, como las nefastas reformas que comienzan a ver la luz, entre ellas: la reducción de horas de asignaturas humanistas y la eliminación del curriculum de asignaturas como historia y educación física, haciéndolas optativas.
Del mismo modo, esperamos que no olviden la imprescindible labor de las y los colegas más antiguos, porque aún existen cientos de profesores de casi setenta años que deben trabajar porque no obtienen el bono al retiro, y otros que reciben jubilaciones de doscientos mil pesos, después de 40 años de trabajo.
-“¡Vamos profe caramba, el profe no se rinde, caramba!”-
Este 16 de octubre les deseamos a las y los profes la fuerza y unidad para seguir luchando por lo justo, con la convicción de construir una sociedad más inclusiva, diversa y respetuosa.
Porque ustedes son el motor del cambio social: ¡Arriba las y los profes que luchan!